La Roma dio este martes una de las mayores sorpresas futbolísticas de los últimos años al clasificarse para las semifinales de la Liga de Campeones tras golear 3-0 a un Barcelona que, contra todo pronóstico, tiró a la basura la renta 4-1 que consiguió en la ida. Nadie lo esperaba, pero el fútbol ofrece estas cosas tan inexplicables.
El cuarto clasificado de la Liga italiana remontó ante el próximo campeón español y uno de los grandes favoritos para conquistar la Liga de Campeones. Adiós a la posibilidad del "triplete", y por méritos propios.
La Roma logró la proeza, casi el milagro, ante la peor versión posible del Barcelona. Su primera decepción del año fue mayúscula.
SUN